Hola a todos/as
ustedes lindas personas que me han acompañado aún con la distancia.
Recientemente,
entré a laborar a una fábrica aquí en Texas. Hasta ahora solo me había
dedicado a estudiar inglés, pero ya me estaba aburriendo bastante, pues la
mayoría del día lo pasaba en casa. Aquí donde vivimos, está muy alejado de paradas
de autobús y eso hace a que se me dificulte mucho poder transportarme.
Ya casi he
cumplido 4 meses de estar aquí, y pues sinceramente,
se me ha hecho una eternidad. Pensé que empezar
a trabajar me ayudaría a distraerme y conocer nuevas personas, sin embargo no
fue tanto como yo esperaba.
La semana
pasada inicié mi jornada laboral. El horario es de 7:30 a.m. a 4:00 p.m. El
trabajo consiste en empacar uniformes, pero al inicio comenzamos realizando
otras actividades. Las personas que entramos fuimos: dos mujeres
afroamericanas, una mexicana (que habla bien el inglés), otra chicana (así les
llaman a las personas de origen mexicano nacidos en EU), otra mujer que habla
puro ingles y yo. Cuando llegamos, nos llevaron a la que sería nuestra área de
trabajo, en cuanto llegamos observé que la fabrica era inmensa. Yo nunca había
trabajado en ningún sitio igual. Ahí dentro hacía bastante ruido. Había muchas
mujeres empacando uniformes en cajas, hombres dirigiendo carros de carga, y
nosotras nos dirigíamos al área en donde se arman cajas para meter la mercancía.
Lo que haríamos suena fácil pero cuando empecé comenzó a ser muy pesado, ya que tenía que estar parada
todo el día. También aunque había ventiladores se sentía mucho. También, al hacer
las cajas me lastimaba con cartón los brazos. Las cajas eran de diferentes
tamaños, desde chicas hasta muy grandes, eso implicaba cargar grandes cantidades
de peso. El primer día terminé con un dolor terrible de cintura y eso que traté
de no cargar mucho. Seguramente tuvo mucho que ver que no estuviera acostumbrada
a trabajar en trabajos que requieren de fuerza física.
Al día nos tenemos
derecho a dos descansos, cada uno es de 15 minutos y tenemos media hora para
comer. El primer día, mi primer descanso fue a las 10 am, y lo disfruté mucho.
Después de tomarlo nuestro descanso regresamos a hacer cajas: armándolas y
pegando con una cinta en la parte de abajo, para que al ponerle cosas dentro no
se cayeran. Cuando me pusieron en esa actividad me tocó al lado de una de las
afroamericanas con las que entré a trabajar el mismo día. Comenzamos a platicar
y el trabajo me pareció más ameno. También me gustó que pude practicar el poco
ingles que hasta el momento había aprendiendo. Todo ese día nos toco hacer la
misma actividad y el tiempo se me fue muy rápido.
Conforme
iban pasando los días me daba cuenta de que ese trabajo era muy pesado para mi,
y hubo un momento, no sé si fue el miércoles o el jueves que entré en un estado
de… no sé como clasificarlo, quizá de depresión. Recuerdo que lloré mucho con
mi mama. Lloraba por muchas emociones que sentía en ese momento. Mi mamá pensó que era por el trabajo, pero yo le dije
que era por mi vida en general, todo lo que estaba viviendo en ese momento.
Ella me dijo que ya no fuera al trabajo, que no era necesario, incluso ella no
quería que trabajara en lugares así, porque ella sabe muy bien como se trabaja
en estos lugares. Me di cuenta que sin el inglés, las cosas se me dificultarían
todavía más. Luego le dije a mi mamá que me sentía muy inconforme con mi
situación, que no estaba acostumbrada a que solo pudiera salir cuando ellos
salieran, ya que ellos tienen carro para transportarse. También le dije, que yo
tenía muchas ganas de trabajar, pero no en un lugar tan rudo como la fábrica de
uniformes. Reflexionando esto me doy cuenta que no me siento feliz. En México
tuve trabajos muy aburridos para solventar mi carrera, pero no me importaba
tanto porque me la pasaba muy bien con mis amigos/as, novio y familia, y aquí
siento que solo estoy dedicándome a trabajar en algo que no me gusta y mi vida
social no se ve equilibrada. Eso es lo que me hace no sentirme feliz.
Al entrar
en este trabajo, me comencé a sentir incapaz, porque me sentía muy cansada y veía
a las demás mujeres muy acostumbradas a trabajar así. Incluso les preguntaba si
no se habían cansado y me decían que no. Sin embargo yo sentía que no podía
más. Había momentos que tenía ganas de dejar el trabajo e irme, incluso eso me
pasó el segundo día y el viernes. En la mañana no me quería parar del
cansancio.
Esto es algo nuevo definitivamente, ni la tesis me dejo en este
estado.
Esto de
sentirme incapaz empezó a invadir mis pensamientos, ese mismo día me sentí muy
negativa, pensaba en que no iba a lograr nada y cosas así, me sentía un poco
como me llegaba a sentir en la secundaria. Me sentía muy inestable
emocionalmente. No sé si esto sea normal, tenía bastante de no sentirme así. En
México todos mis problemas siempre tenían solución, sentía tener el control de
todo, me sentía eficaz y de repente todo se veía difícil de controlar. Sin duda
es feo sentirse así. Es bueno tener este medio para expresar esto que siento,
me ayuda mucho. Afortunadamente fue momentáneo el tiempo que me sentí así. Los pensamientos
negativos solo los tuve aproximadamente un día. Creo que es importante escribir
como me sentía en esos momentos, para darme cuenta si era porque creía que no
podía con el trabajo por ser pesado, o porque no me siento a gusto todavía en
esta nueva vida. Estar aquí es volver a construir toda una vida: amigos,
trabajo e idioma. Esto del idioma me recordó que en la fábrica, las chicas que
hablaban inglés al escucharlas y cuando me sentía estable emocionalmente pensaba
que eso era bueno, porque así las iba a escuchar e iba ir aprendiendo. Cuando
me sentía no tan estable emocionalmente me sentía incomoda. Sentía como si yo
no existiera en sus conversaciones. Eso era algo nuevo para mí, ya que estaba
acostumbrada a comunicarme con facilidad. Pero en esta ocasión ni entendía lo
que decían y mucho menos podía decir nada. Esto hacía que cada día me dijera:
necesito estudiar inglés y ponerle todas
las ganas para aprenderlo.
Ahora me
encuentro de vacaciones en mis clases de inglés, ya terminó el primer nivel de
cinco que me faltan y lo pase excelente. El segundo inicia en una semana y
media y pues definitivamente no seguiré en este trabajo, no quiero seguir ahí.
Sin embargo, si me resultó conflictivo ver que no podía, que daba todo de mí y
a penas lo logré trabajar un mes. Ahora lo que me queda es rifarme mucho en el
inglés, porque no quiero volver a pisar un trabajo así.
La razón
por la que trabajé ahí fue porque tenía que encontrar un empleo que les quedara
de paso a mi mamá y a su esposo, ya que ambos se van a una cierta hora y van
por un rumbo en común. Me costó mucho trabajo encontrar un empleo que quedara
en una zona cómoda para mí. Finalmente lo encontré, pero no fue el trabajo que
me hubiese gustado encontrar.
La otra
desventaja es que por aquí es imposible transportarse en bus, pues no me queda
ninguna parada cerca y la zona no está diseñada para caminar ni andar en
bicicleta. La buena noticia es que antes de que termine el año tenemos pensado
mudarnos a una casa céntrica, en donde nos queden más lugares y paradas de bus cerca.
Continuare
hablándoles del trabajo en la fábrica. Durante estos días que estuve en la
fábrica, observé que la mayoría de las personas que trabajaban ahí eran mujeres
y son en primer lugar de México, en segundo lugar del Salvador y algunos/as
gringos/as, dos blancos y las demás mujeres de color. Les pregunté a varias
mujeres que ahí laboraban, cuanto llevaban ahí? y me decían que más de 5 años.
Yo me sorprendía mucho. Algunas me decían: yo estoy aquí porque no estudie inglés,
porque siempre lo dejé para después. En este lugar encontré jefas de familia,
las que después del trabajo van a atender a los hijos y trabajan duro para
mantenerlos. Hay una señora que después de trabajar va a limpiar casas y se
gana un dinero extra. Todas estas mujeres me enseñan mucho, me pregunto de
dónde sacan tanta fuerza. Me veo a mí que ya no quería ir, de lo cansado que se
me hacía y esas mujeres tienen que aguantar todo ese cansancio. Será que no
tienen opción? Será que yo exagero? Sin duda son unas super mujeres; mi mamá es
una de ellas por cierto.
Le pregunté
a mi mama: cómo le haces? A parte de trabajar en cosas tan pesadas, todavía tienes
que atender los problemas de los hijos. Ella desde aquí ha lidiado con
problemas que nosotros teníamos en México desde 1998 hasta la fecha. El haber
trabajado en este lugar, me hizo ponerme en el lugar de mi mama. Creo que eso
es lo que obtuve de trabajar en algo tan pesado. Conocí un poquito de la experiencia
de otras mujeres, que considero tienen mucha fuerza física y emocional.
Hace unos
días estaba ansiosa de escribirles, para que me dijeran lo que piensan, ahora
todavía quiero saber su opinión. Esto de estar lejos y en un lugar totalmente
nuevo está empezando a ser para mí algo difícil. Aunque claro, tenerlos en las
redes, ameniza este sentimiento.
Ahora lo
que sigue es aprender inglés lo más pronto que pueda y aprender a manejar para
poder desplazarme. Después de eso espero poder encontrar un trabajo en donde
aplique lo que estudié.
Después conforme vaya perfeccionando el idioma, quiero
estudiar una maestría.
Muchas
gracias a las personas que siguen en mi camino aún estando lejos físicamente.
Ustedes son un gran apoyo para mí. Gracias.