Sunday, August 26, 2012

De todo se aprende.

Ya han pasado 4 meses y medio desde que llegue a EU. Hasta hace un mes y una semana, me había dedicado solo a estudiar inglés, pero de repente me surgieron las ganas de trabajar. En mi curso conocí a una persona que me dijo de un trabajo. El trabajo es en una fábrica en donde empacan uniformes. Decidí acudir a la temporal (así le llaman al lugar en donde se contrata a las personas y en donde se acude a hacer la solicitud de empleo). Después de unos días me llamaron para la entrevista de trabajo. Entré a trabajar a inicios de julio y mi horario en un principio de 7:30 am a 4 pm. Después cambió de 7:30 am a 5 pm., o a veces hasta 6 pm. 

Afortunadamente empecé a trabajar en el periodo vacacional de mi curso de inglés. Por esta razón en todo este tiempo no acudí al idioma, en excepción de la última semana que trabajé, ya que hice ambas cosas a la vez. Esta semana fue muy pesada. 

Las primeras semanas fue difícil estar en este trabajo, porque para mí era algo muy rudo y que nunca había realizado. Incluso, estaba a punto de dejarlo, pero decidí estar ahí hasta que entrara de nuevo al inglés. Así fue como pasaron un mes y una semana.

Les contare rápidamente de las actividades que se hacían: la primera semana estuve armando cajas, y pegando la parte de abajo con un pegamento para enviarlas a otra zona de la misma fábrica, ya de ahí las cajas serian llenadas con los uniformes. Esta actividad al inicio fue muy pesada, porque estaba parada y a veces me aburría. Las actividades hasta ese momento habían sido muy mecánicas. Al cabo de un par de semanas, nos enseñaron lo que realizaríamos normalmente y a eso le llamaban: pickear. Se refiere al verbo pick y es seleccionar y empacar en productos en una caja. Para realizar esto cargábamos una maquina en el brazo, la cual tiene un escáner. Esa máquina mostraba la locación del producto (playera, pantalón o catalogo) que se iría a traer para guardarlo en una caja. Después la caja se cerraba y se aventaba a una banda la cual va avanzando y se llevaba la caja a otra zona ya sea para llevarla al tráiler o para seguir empacando más cosas. 

En la fábrica se sentía un calor terrible. En los días que empecé, la temperatura estaba a 100 F. Había ventiladores, pero no eran suficientes. Así que el calor se sentía terrible y más en la parte de arriba. También, estar de pie tantas horas y de un lado a otro era algo muy pesado. Recuerdo que las primeras semanas mis pies me dolían mucho. También me dolía bastante la cintura porque aventaba cajas muy pesadas. Recuerdo también que había bastante ruido, el cual lo note desde el primer día, sin embargo no use tapones de oído al inicio, si no que los usé dos semanas antes de salirme de ese trabajo. Recuerdo que el usarlos fue una gran decisión, porque me ayudaron bastante ya que me sentía menos cansada y estresada. En los últimos días que trabajé ahí influencie a dos señoras a usarlos, porque increíblemente nadie los usaba, pensaban que no oirían nada.

Ahora si les voy a hablar de lo más interesante: la gente que conocí en la fábrica.

La mayoría de las personas que trabajan aquí son provenientes de México en primer lugar, luego de El Salvador, Colombia, Guatemala, y pocos angloamericanos. La mayoría eran señoras de entre 30 y 60 años de edad. 

Conocí la historia de la señora Elizabeth. Ella me contó que llegó aquí a los 20 años. Ella es proveniente del estado de Durango y estudiaba en la facultad de Administración. Decidió venirse a los EU en el año 1986 porque pensaba que aquí ganaría más dinero. Me contó que su decisión inicial era aprender inglés, pero se caso y tuvo su primera hija. Esto le impidió continuar con su plan. Ahora dice que comenzará otra vez a aprenderlo, porque quiere cambiar de trabajo. En la fábrica lleva ya muchos años. Piensa que no le será fácil, porque tendrá que dividirse en sus hijos, el trabajo y el inglés. También me decía que yo continuara estudiando el inglés, porque si no, mi destino sería trabajar en lugares como en donde trabaja ella.

También conocí a Alejandra, fue de las pocas que me dejo tomarle una foto para subirla a mi blog. Ella es de Guanajuato y llegó a los Ángeles California a los 19 años junto con sus padres. Ahí estuvieron poco tiempo y después emigraron a Dallas Texas, donde viven actualmente. Me platicó que tiene 3 hijos, dos niños y una niña. Alejandra no vive con su esposo, pero él le ayuda con los gastos de sus hijos. Es una mujer muy acelerada, cuando le contaba que estaba muy cansada sacaba una cajita con pastillas de todo tipo y me las ofrecía, decía que eran para el dolor, yo le decía que no gracias. Cuando nos capacitaban, ella como que se desesperaba de que no entendía y se empezaba a tronar los huesos de las manos y se agarraba la cabeza como alaciándose el cabello, parecía un comportamiento de desesperación por que no entendía.


A ella fue a la última que le enseñaron a pickear, porque no había entendido pronto y esta última semana se quedó aprendiendo. Ojala lo aprenda pronto. También me contaba que este trabajo no era nada pesado, que había estado en otros peores, como en trabajos de cocina. Me decía que esos si son trabajos rudos. Alejandra, aparte de estar en este trabajo, todos los jueves limpia la casa de una mujer que vive sola y que está en silla de ruedas, ese trabajo es para obtener algo extra. Ella sabe hablar ambos idiomas, cosa que le admiraba, claro que ya tiene viviendo aquí más de 20 años. 

También conocí a la señora Teresa, ella también me dejo subir su foto al blog. La foto se la tomé el día de su cumpleaños, me llamo mucho la atención que traía el montón de billetitos colgados.


Ella es proveniente de Durango y me contó que cuando visita a su familia, les lleva tenis y ropa a sus sobrinos porque tiene muchos, y que cuando van sus tías a visitarla les da 50 pesos. Dinero que para ellas, dice Teresa, es de mucha ayuda. Me contó que su esposo es de Irak. Yo le pregunté que cómo se llevaban? Y ella me dijo que muy bien, que a él le gusta mucho México, su comida y la cultura. Le dije que si había visitado Irak y me dijo con miedo que no.

A la señora Teresa le tocaba limpiar los baños, los microondas, las mesas, barrer y escuchar los problemas de las señoras. Me decía que no sabía por qué, pero que las señoras le contaban cuando las había reganado algún supervisor, o cuando tenían problemas con las compañeras del trabajo. A mí me caía bien la señora Teresa, porque siempre me saludaba con una sonrisa, algo que era difícil que pasara en este trabajo. La mayoría de las señoras eran muy volubles.

Conocí una chica que no recuerdo su nombre, ella nació aquí en EU, pero sus padres vienen de Ciudad Juárez Chihuahua. Ella es bilingüe, pero no había concluido su high school. Esta chica es muy bonita, ojos grandes, cuerpo atlético y a mi parecer, tenía estilo para vestir. Me contaba de sus salidas a antros del centro de Dallas, también me enseñaba fotos de cada lugar que visitaba y de sus amigos de Italia, con los que se divertía bailando música tecno y con los que planeaba visitar Italia muy pronto. Me decía que le gustaba tomar no recuerdo muy bien qué bebidas. En sus fotos se veía arreglada con vestidos de todos colores, pero muy estilo formal, como de los que yo usaría solo en una boda o algún evento así. Era como solía arreglarse ella para ir a los antros de la ciudad. Le decía que mis amigas y yo, por lo regular vestimos muy pandrosas y nada de vestidos exuberantes, después ella me respondía que todo lo que ganaba lo invertía en comprar vestidos y zapatillas y que no podía ahorrar. Después me contó que no tenía novio, que no tenía suerte en el amor. Por un momento pensé que tal vez podría hacerme amiga de ella, para que me mostrara esa parte que también me interesa conocer, que es la vida en lugares así, antrillos y demás. Pero la chica no me pareció interesante, así es que solo dejaba que me contara sus historias y nos saludábamos. 

También conocí a la señora Rosalía H. Ella me contó su historia y me pareció muy emotiva. Me platicó que su esposo llego aquí como en los 80s, y le toco la amnistía. La cual consistió en que se hicieron residentes todas las personas inmigrantes. Dice que el señor conocía a un abogado que le ayudo a arreglarles papeles a sus hijos y a ella, esto sin cobrarles nada ya que al abogado lo conoció por parte de la religión cristiana. Ella vivía en Ciudad Juárez y tenía 2 casas. Dice que las vendieron para venirse. Ya cuando llegaron a EU, dice que fue muy duro, porque sus hijos tenían entre 13 y 15 años y que lloraban porque no sabían inglés y que no les gustaba, y que su hija menor de 4 años no dejaba de llorar y que era muy desesperante para ellos. Me contó que vivían con familiares de su esposo pero que tenían muchos problemas, así es que decidieron salirse y se fueron a vivir a una casa en frente de la high school donde estudiarían sus hijos y ella llevaba a su hija la menor al kínder. Me cuenta que no tuvo ayuda de la familia de su marido, y que le ayudaron otras personas. Dijo que el inicio fue algo muy duro, que estuvieron a punto de regresar a México, pero que lo consideraban porque ya habían vendido sus casas.

Ahora sus hijos mayores viven en otras partes de EU y dice que están bien, son bilingües y que están contentos. Tiene a su cargo solo a la más chica, a la que dice, los yernos le dan dinero y ella le aconseja a su hija que lo ahorre. La señora visito México la semana pasada y me dijo que se trajo dulces y que ya no se quería regresar a EU, porque le gusta mucho su país. 

Otra historia que me conmovió mucho fue la de la señora María, una historia muy parecida a la de mi mama.

La señora María, es una señora muy trabajadora, como de 1.45 cm de estatura, con cabello largo y negro, con el que se hace una trenza larga. Sus lentes son de pasta gruesa y su piel es clara. Ella es de Puebla y tiene 4 hijos. Ella era jefa de familia en México y en condición de pobreza. Me contó que ella siempre fue muy trabajadora y que a como diera lugar sacaba adelante a sus hijos. Ella era ama de casa, planchaba y lavaba en casas para poder mantener a sus 4 hijos. Me cuenta que en una ocasión no tenia para darles nada de comer a sus hijos y fue a pedirle a una vecina 3 pesos para poder comprar tortillas. Con eso les dio a sus hijos tortillas con frijoles. Dice que sus hijos le decían que comiera y ella les decía que no tenía hambre.

Tiempo después dice que sus hijos crecieron y a la edad de 14, 15 y 15 años, se fueron con sus novios y que solo se quedo con la más chica. La señora María pensaba que sería diferente y que su hija menor estaría con ella y trabajarían juntas, pero que cumplió 15 y que de igual manera se fue con su novio. Dice que estuvo sola 1 año y que en la casa en donde era ama de casa le ofrecieron venirse a EU en donde le proponían trabajar cuidando unos niños. Me comentó que ella no quería, pero que un día se animó, y les dijo que sí. Fue así como la trajeron a EU, me conto que la cruzó una mujer embarazada por el rio Bravo, que fue muy fácil y que lo más difícil fue cruzar el rio porque ella no sabía nadar y que el rio estaba muy hondo. Ya una vez del otro lado dice que cruzaron un cerro y listo. Eso fue en 1990. Dice que después de cruzar el cerro caminaron un poco y llegaron a una tienda donde se metieron al baño para limpiarse el lodo. Ahí pasaron por ellas unas personas en una camioneta. La llevaron a un hotel donde estuvo unos días, después pasaron por ella y la llevaron con la persona para la cual trabajaría. Estuvo cuidando a dos niños por 7 años, hasta que se casó con alguien de aquí y se hizo residente. Ahora tiene una hija de 8 años y visita a sus hijos cada año. Dice que cuando se vino para EU sus hijos la extrañaron mucho, pero ella dice que ellos se fueron y que por eso ella se vino a EU.
Conocí mujeres que nacieron aquí, y que fueron sus padres los que vivieron cruzaron la frontera arriesgando sus vidas. También hay casos de mujeres que se vinieron de niñas o que se llegaron a los 20 años y se casaron con un mexicano residente. Eso fue lo más valioso que obtuve de ese trabajo: historias y experiencias de mujeres que han luchado mucho.

 Una señora me dio la gran idea de sacar de la biblioteca pública el programa: inglés sin barreras y otra señora me informó de un curso gratuito de inglés de dos horas diarias en una escuela. También, en las oficinas de la fábrica conocí a un hijo de una pareja provenientes de Oaxaca, dice que el llegó a los 5 años y que toda su educación fue aquí en EU. El me dio información de donde validar mis estudios de licenciatura. Otra señora que trabaja en esta misma oficina viene de Cuernavaca Morelos y me dijo que cualquier duda le escribiera, que ella trabajó en un lugar donde se validaban estudios de personas que estudiaron en otros países. Esta señora me contó que llegó a los 19 años y que al inicio para aprender inglés lo veía, lo oía, lo leía todo el tiempo y así lo aprendió. También dice que a sus hijos los lleva seguido para que no olviden sus raíces mexicanas. 

Todo esto para mí es muy valiosoJ. Con esta experiencia aprendí a sacar provecho a todo aunque parezca desagradable al inicio. El dinero que gané me sirvió para cubrir unas deudas que tenía y me compré una bicicleta. Contar esto hace más valioso lo que he aprendido. Abrazo y beso para ustedes que me leen y me acompañan en el camino de este lado.

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