Ya han pasado 4 meses y medio desde que llegue a EU. Hasta hace un mes y
una semana, me había dedicado solo a estudiar inglés, pero de repente me
surgieron las ganas de trabajar. En mi curso conocí a una persona que me dijo
de un trabajo. El trabajo es en una fábrica en donde empacan uniformes. Decidí
acudir a la temporal (así le llaman al lugar en donde se contrata a las
personas y en donde se acude a hacer la solicitud de empleo). Después de unos
días me llamaron para la entrevista de trabajo. Entré a trabajar a inicios de
julio y mi horario en un principio de 7:30 am a 4 pm. Después cambió de 7:30 am
a 5 pm., o a veces hasta 6 pm.
Afortunadamente empecé a trabajar en el periodo vacacional de mi curso
de inglés. Por esta razón en todo este tiempo no acudí al idioma, en excepción de
la última semana que trabajé, ya que hice ambas cosas a la vez. Esta semana fue
muy pesada.
Las primeras semanas fue difícil estar en este trabajo, porque para mí
era algo muy rudo y que nunca había realizado. Incluso, estaba a punto de
dejarlo, pero decidí estar ahí hasta que entrara de nuevo al inglés. Así fue
como pasaron un mes y una semana.
Les contare rápidamente de las actividades que se hacían: la primera
semana estuve armando cajas, y pegando la parte de abajo con un pegamento para
enviarlas a otra zona de la misma fábrica, ya de ahí las cajas serian llenadas
con los uniformes. Esta actividad al inicio fue muy pesada, porque estaba
parada y a veces me aburría. Las actividades hasta ese momento habían sido muy
mecánicas. Al cabo de un par de semanas, nos enseñaron lo que realizaríamos normalmente
y a eso le llamaban: pickear. Se
refiere al verbo pick y es
seleccionar y empacar en productos en una caja. Para realizar esto cargábamos
una maquina en el brazo, la cual tiene un escáner. Esa máquina mostraba la
locación del producto (playera, pantalón o catalogo) que se iría a traer para
guardarlo en una caja. Después la caja se cerraba y se aventaba a una banda la
cual va avanzando y se llevaba la caja a otra zona ya sea para llevarla al tráiler
o para seguir empacando más cosas.
En la fábrica se sentía un calor terrible. En los días que empecé, la
temperatura estaba a 100 F. Había ventiladores, pero no eran suficientes. Así
que el calor se sentía terrible y más en la parte de arriba. También, estar de
pie tantas horas y de un lado a otro era algo muy pesado. Recuerdo que las
primeras semanas mis pies me dolían mucho. También me dolía bastante la cintura
porque aventaba cajas muy pesadas. Recuerdo también que había bastante ruido,
el cual lo note desde el primer día, sin embargo no use tapones de oído al
inicio, si no que los usé dos semanas antes de salirme de ese trabajo. Recuerdo
que el usarlos fue una gran decisión, porque me ayudaron bastante ya que me
sentía menos cansada y estresada. En los últimos días que trabajé ahí
influencie a dos señoras a usarlos, porque increíblemente nadie los usaba,
pensaban que no oirían nada.
Ahora si les voy a hablar de lo más interesante: la gente que conocí en
la fábrica.
La mayoría de las personas que trabajan aquí son provenientes de México
en primer lugar, luego de El Salvador, Colombia, Guatemala, y pocos
angloamericanos. La mayoría eran señoras de entre 30 y 60 años de edad.
Conocí la historia de la señora Elizabeth. Ella me contó que llegó aquí
a los 20 años. Ella es proveniente del estado de Durango y estudiaba en la
facultad de Administración. Decidió venirse a los EU en el año 1986 porque
pensaba que aquí ganaría más dinero. Me contó que su decisión inicial era
aprender inglés, pero se caso y tuvo su primera hija. Esto le impidió continuar
con su plan. Ahora dice que comenzará otra vez a aprenderlo, porque quiere
cambiar de trabajo. En la fábrica lleva ya muchos años. Piensa que no le
será fácil, porque tendrá que dividirse en sus hijos, el trabajo y el inglés. También
me decía que yo continuara estudiando el inglés, porque si no, mi destino sería
trabajar en lugares como en donde trabaja ella.
También conocí a Alejandra, fue de las pocas que me dejo tomarle una foto
para subirla a mi blog. Ella es de Guanajuato y llegó a los Ángeles California
a los 19 años junto con sus padres. Ahí estuvieron poco tiempo y después
emigraron a Dallas Texas, donde viven actualmente. Me platicó que tiene 3
hijos, dos niños y una niña. Alejandra no vive con su esposo, pero él le ayuda
con los gastos de sus hijos. Es una mujer muy acelerada, cuando le contaba que
estaba muy cansada sacaba una cajita con pastillas de todo tipo y me las
ofrecía, decía que eran para el dolor, yo le decía que no gracias. Cuando nos
capacitaban, ella como que se desesperaba de que no entendía y se empezaba a
tronar los huesos de las manos y se agarraba la cabeza como alaciándose el
cabello, parecía un comportamiento de desesperación por que no entendía.
A ella fue a la última que le enseñaron a pickear, porque no había entendido pronto y esta última semana se quedó aprendiendo. Ojala lo aprenda pronto. También me contaba que este trabajo no era nada pesado, que había estado en otros peores, como en trabajos de cocina. Me decía que esos si son trabajos rudos. Alejandra, aparte de estar en este trabajo, todos los jueves limpia la casa de una mujer que vive sola y que está en silla de ruedas, ese trabajo es para obtener algo extra. Ella sabe hablar ambos idiomas, cosa que le admiraba, claro que ya tiene viviendo aquí más de 20 años.
También conocí a la señora Teresa, ella también me dejo subir su foto al blog. La foto se la tomé el día de su cumpleaños, me llamo mucho la atención que traía el montón de billetitos colgados.
Ella es proveniente de Durango y me contó que cuando visita a su familia,
les lleva tenis y ropa a sus sobrinos porque tiene muchos, y que cuando van sus
tías a visitarla les da 50 pesos. Dinero que para ellas, dice Teresa, es de
mucha ayuda. Me contó que su esposo es de Irak. Yo le pregunté que cómo se
llevaban? Y ella me dijo que muy bien, que a él le gusta mucho México, su
comida y la cultura. Le dije que si había visitado Irak y me dijo con miedo que
no.
A la señora Teresa le tocaba limpiar los baños, los microondas, las
mesas, barrer y escuchar los problemas de las señoras. Me decía que no sabía
por qué, pero que las señoras le contaban cuando las había reganado algún
supervisor, o cuando tenían problemas con las compañeras del trabajo. A mí me
caía bien la señora Teresa, porque siempre me saludaba con una sonrisa, algo
que era difícil que pasara en este trabajo. La mayoría de las señoras eran muy
volubles.
Conocí una chica que no recuerdo su nombre, ella nació aquí en EU, pero
sus padres vienen de Ciudad Juárez Chihuahua. Ella es bilingüe, pero no había
concluido su high school. Esta chica es muy bonita, ojos grandes, cuerpo atlético
y a mi parecer, tenía estilo para vestir. Me contaba de sus salidas a antros
del centro de Dallas, también me enseñaba fotos de cada lugar que visitaba y de
sus amigos de Italia, con los que se divertía bailando música tecno y con los
que planeaba visitar Italia muy pronto. Me decía que le gustaba tomar no
recuerdo muy bien qué bebidas. En sus fotos se veía arreglada con vestidos de
todos colores, pero muy estilo formal, como de los que yo usaría solo en una
boda o algún evento así. Era como solía arreglarse ella para ir a los antros de
la ciudad. Le decía que mis amigas y yo, por lo regular vestimos muy pandrosas
y nada de vestidos exuberantes, después ella me respondía que todo lo que
ganaba lo invertía en comprar vestidos y zapatillas y que no podía ahorrar.
Después me contó que no tenía novio, que no tenía suerte en el amor. Por un
momento pensé que tal vez podría hacerme amiga de ella, para que me mostrara
esa parte que también me interesa conocer, que es la vida en lugares así,
antrillos y demás. Pero la chica no me pareció interesante, así es que solo
dejaba que me contara sus historias y nos saludábamos.
También conocí a la señora Rosalía H. Ella me contó su historia y me
pareció muy emotiva. Me platicó que su esposo llego aquí como en los 80s, y le
toco la amnistía. La cual consistió en que se hicieron residentes todas las
personas inmigrantes. Dice que el señor conocía a un abogado que le ayudo a
arreglarles papeles a sus hijos y a ella, esto sin cobrarles nada ya que al
abogado lo conoció por parte de la religión cristiana. Ella vivía en Ciudad
Juárez y tenía 2 casas. Dice que las vendieron para venirse. Ya cuando llegaron
a EU, dice que fue muy duro, porque sus hijos tenían entre 13 y 15 años y que
lloraban porque no sabían inglés y que no les gustaba, y que su hija menor de 4
años no dejaba de llorar y que era muy desesperante para ellos. Me contó que
vivían con familiares de su esposo pero que tenían muchos problemas, así es que
decidieron salirse y se fueron a vivir a una casa en frente de la high school
donde estudiarían sus hijos y ella llevaba a su hija la menor al kínder. Me
cuenta que no tuvo ayuda de la familia de su marido, y que le ayudaron otras
personas. Dijo que el inicio fue algo muy duro, que estuvieron a punto de
regresar a México, pero que lo consideraban porque ya habían vendido sus casas.
Ahora sus hijos mayores viven en otras partes de EU y dice que están
bien, son bilingües y que están contentos. Tiene a su cargo solo a la más
chica, a la que dice, los yernos le dan dinero y ella le aconseja a su hija que
lo ahorre. La señora visito México la semana pasada y me dijo que se trajo
dulces y que ya no se quería regresar a EU, porque le gusta mucho su país.
Otra historia que me conmovió mucho fue la de la señora María, una
historia muy parecida a la de mi mama.
La señora María, es una señora muy trabajadora, como de 1.45 cm de
estatura, con cabello largo y negro, con el que se hace una trenza larga. Sus
lentes son de pasta gruesa y su piel es clara. Ella es de Puebla y tiene 4
hijos. Ella era jefa de familia en México y en condición de pobreza. Me contó
que ella siempre fue muy trabajadora y que a como diera lugar sacaba adelante a
sus hijos. Ella era ama de casa, planchaba y lavaba en casas para poder
mantener a sus 4 hijos. Me cuenta que en una ocasión no tenia para darles nada
de comer a sus hijos y fue a pedirle a una vecina 3 pesos para poder comprar
tortillas. Con eso les dio a sus hijos tortillas con frijoles. Dice que sus
hijos le decían que comiera y ella les decía que no tenía hambre.
Tiempo después dice que sus hijos crecieron y a la edad de 14, 15 y 15 años,
se fueron con sus novios y que solo se quedo con la más chica. La señora María
pensaba que sería diferente y que su hija menor estaría con ella y trabajarían
juntas, pero que cumplió 15 y que de igual manera se fue con su novio. Dice que
estuvo sola 1 año y que en la casa en donde era ama de casa le ofrecieron
venirse a EU en donde le proponían trabajar cuidando unos niños. Me comentó que
ella no quería, pero que un día se animó, y les dijo que sí. Fue así como la
trajeron a EU, me conto que la cruzó una mujer embarazada por el rio Bravo, que
fue muy fácil y que lo más difícil fue cruzar el rio porque ella no sabía nadar
y que el rio estaba muy hondo. Ya una vez del otro lado dice que cruzaron un cerro
y listo. Eso fue en 1990. Dice que después de cruzar el cerro caminaron un poco
y llegaron a una tienda donde se metieron al baño para limpiarse el lodo. Ahí pasaron
por ellas unas personas en una camioneta. La llevaron a un hotel donde estuvo
unos días, después pasaron por ella y la llevaron con la persona para la cual
trabajaría. Estuvo cuidando a dos niños por 7 años, hasta que se casó con
alguien de aquí y se hizo residente. Ahora tiene una hija de 8 años y visita a
sus hijos cada año. Dice que cuando se vino para EU sus hijos la extrañaron
mucho, pero ella dice que ellos se fueron y que por eso ella se vino a EU.
Conocí mujeres que nacieron aquí, y que fueron sus padres los que
vivieron cruzaron la frontera arriesgando sus vidas. También hay casos de
mujeres que se vinieron de niñas o que se llegaron a los 20 años y se casaron
con un mexicano residente. Eso
fue lo más valioso que obtuve de ese trabajo: historias y experiencias de
mujeres que han luchado mucho.
Una señora me dio la gran idea de sacar de la biblioteca pública
el programa: inglés sin barreras y otra señora me informó de un curso gratuito
de inglés de dos horas diarias en una escuela. También, en las oficinas de la fábrica
conocí a un hijo de una pareja provenientes de Oaxaca, dice que el llegó a los
5 años y que toda su educación fue aquí en EU. El me dio información de donde
validar mis estudios de licenciatura. Otra señora que trabaja en esta misma
oficina viene de Cuernavaca Morelos y me dijo que cualquier duda le escribiera,
que ella trabajó en un lugar donde se validaban estudios de personas que
estudiaron en otros países. Esta señora me contó que llegó a los 19 años y que
al inicio para aprender inglés lo veía, lo oía, lo leía todo el tiempo y así lo
aprendió. También dice que a sus hijos los lleva seguido para que no olviden
sus raíces mexicanas.
Todo esto para mí es muy valiosoJ.
Con esta experiencia aprendí a sacar provecho a todo aunque parezca
desagradable al inicio. El dinero que gané me sirvió para cubrir unas deudas
que tenía y me compré una bicicleta. Contar esto hace más valioso lo que he
aprendido. Abrazo y beso para ustedes que me leen y me acompañan en el camino
de este lado.
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